Alona pasó su infancia en hogares de guarda y su adolescencia viviendo con su madre en hoteles. Terminó abandonando la escuela y comenzó a luchar contra la adicción. Cuando arrestaron a su madre, estaba sola.

"¡No nos parecemos a lo que hemos pasado!", dice Alona. "Muchos niños que sufren de falta de vivienda juvenil están navegando en el sofá, permaneciendo en parques escondidos y TODAVÍA asistiendo a la escuela".

Afortunadamente, encontró el camino al refugio de emergencia para jóvenes de San Diego Youth Services. Ella describe la experiencia: "en el momento en que puse un pie en ese refugio, todo cambió. Me introduje instantáneamente en una dinámica familiar que nunca antes había experimentado. El personal allí se convirtió en la familia que había anhelado y comencé a florecer... Nunca había imaginado las posibilidades que podría tener con solo dar un paso".

Alona ahora completó el círculo y terminó su GED, obtuvo su certificado de asistente de enfermería certificada y se unió a los Servicios Juveniles de San Diego como miembro del personal.